lunes, noviembre 05, 2007

POSICIONAMIENTO FRENTE AL CECSO

Llamado a la racionalidad política y al amplio consenso entre agrupaciones y estudiantes independientes

Seguramente, un buen número de las agrupaciones y estudiantes que hoy convivimos en nuestra Facultad tenemos mucho para decir respecto al CECSO. Seguramente también, muchos nos podríamos poner de acuerdo en lo qué NO debería de ser el Centro de Estudiantes:

- Un compartimiento estanco
- Una caja registradora, es decir, un centro de fotocopiado
- Una sello vacío de sentido y contenido
- Una estructura que defina su política en locales partidarios
- Y que se utilice el excedente de manera discrecional. (Creemos incorrecto utilizar el dinero de todos para hacer política partidaria).


Así y todo, hoy estos puntos se verifican en el Centro de Estudiantes de Sociales (negarlo sería ponerle un velo a la realidad). Cuando debería ampliar los espacios de participación y debería ser la herramienta gremial de los estudiantes, cada vez más se aleja del estudiantado, quedando exclusivamente a merced de internas entre agrupaciones.

Una herramienta gremial debe contemplar una verdadera atención a los diferentes aspectos de la vida del estudiante: cultural, económico, deportivo, académico, social, laboral, etc. Debe ser una institución que se erija por sobre el libre juego de los intereses; que no se subordine a manipulaciones de actores extraños a la vida institucional.

Quizás el desafío más trascendente que se deba a sí mismo el CECSO tenga que ver con la creación del bendito estatuto. Negarse un estatuto es oponerse al blanqueo de sus trabajadores, es obviar la necesidad de clarificar las condiciones para elegir y para ser representados, es callar qué hace el conjunto de los estudiantes con el excedente de los apuntes (ahora es abandonado al libre arbitrio del puñado de nombres que conducen el Centro). El estatuto representa también la institucionalización de reglas claras para su funcionamiento y es posicionarse explícitamente respecto a las problemáticas sociales que influyen en la vida del estudiante.

Creemos que el diagnóstico es compartido por un amplio espectro de agrupaciones y estudiantes.

Pero también sabemos que la institución no está determinada por su estructura de funcionamiento, pues pensar esto bien podría ser desmerecer la capacidad instituyente de quienes la integran. Las mujeres y los hombres dan vida y sentido; los reglamentos, no. Consideramos que al CECSO no se le debe dar la espalda, ya que tiene, en toda su historia, muchos años de lucha. Hemos podido desarticular por un tiempo las prácticas impresentables de la Franja Morada, hemos luchado contra los distintos recortes de la década del 90, hemos instalado en la sociedad la necesidad de un edificio único y digno para cursar, hemos desterrado por un tiempo los militantes rentados de apuntes, hemos instalado una bolsa de trabajo abierta a todos los estudiantes, etc. Sobre algunos de estos puntos actualmente se ha retrocedido, y algunas prácticas antiguas se han puesto en marcha nuevamente (aunque sí, con una estética de “izquierda”).

Porque el Centro no se acaba en su conducción y como respetamos su historia no podemos acompañar la creación de otro Centro de Estudiantes (paralelo); un proceso estatuyente no puede ser encarado unilateralmente y sin la participación de la gran mayoría de las fuerzas. Esto de por sí deslegitima al Centro desde el comienzo, además de que enturbia los reales objetivos. Pero también nos parece autista negar que la actual conducción del Centro transformó al CECSO en sólo un sello que vende apuntes, que pide elección directa de autoridades pero se re-re-re-reeligen en la FUBA de manera indirecta en “congresos” que varias veces ni se realizaron…

Por todo lo dicho anteriormente, es bien cierto que el CECSO merece una redefinición, una re-creación, un debate amplio, profundo y la participación de todo quien se vea interesado en la supervivencia identitaria del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales. Esto es lo que debería desencadenar la constitución de un estatuto por el cual luchamos desde hace años.

Lejos de convalidar maniobras poco claras e internas entre agrupaciones, llamamos al estudiantado y a las diferentes fuerzas de nuestra Facultad a sentarnos en la amplia mesa de la construcción y el respeto, donde desde el diálogo intentemos superar la crisis de representatividad de nuestro Centro de Estudiantes (generada, claro está, por aquello en lo que se ha transformado).

Muchas agrupaciones tienen ya su proyecto de estatuto, enriquezcamos todas las propuestas, en base al consenso entre las agrupaciones y los estudiantes que tengan real convicción que un estatuto es necesario, hagamos de ellas un cuerpo que reglamente la vida de nuestro CECSO, demos el gran paso que salvaguarde nuestra herramienta gremial de intereses que no son los de los estudiantes de Sociales.

Es hora de dejar de lado la rosca y de ponerse a la altura de las circunstancias.


Movimiento Estudiantil de Sociales "La Mandrágora"
Agrupación Lucía Cullen
Agrupación Santiago Pampillón

No hay comentarios.: